sábado, 5 de septiembre de 2009

DESDE ESTE MARTES EL MUSEO DE ARTE MODERNO DE BOGOTÁ LE DEDICA UNA IMPORTANTE RETROSPECTIVA AL RECONOCIDO PINTOR PERUANO


Por: Susan Abad Corresponsal

BOGOTÁ. Visiblemente preocupado por un retraso en la llegada de sus obras, pero con la calidez que lo caracteriza, el maestro Fernando de Szyszlo conversó con El Comercio en la capital de Colombia, ciudad a la que le tiene especial afecto porque “toda mi vida he expuesto aquí. Desde 1964, cuando el Museo de Arte Moderno era solo un pequeño local en ciernes”.
¿Cuál ha sido el criterio para escoger los cuadros que compondrán esta retrospectiva?Aquí, en principio, hay cuadros de los últimos 30 años, desde 1979 hasta el 2009, o sea que hay varios cuadros pintados este año. Son cuadros que he ido guardando a través de los años, cuadros representativos de cada serie que he hecho. Una selección de las obras de toda mi vida. Ana María Escallón, que es la curadora de esta exposición, fue a Lima y de mi depósito, donde tengo 50 o 60 cuadros, ha escogido lo que le parece lo más representativo de estos 30 años.
¿Aparte de los pintados últimamente, hay otros cuadros que no se hayan expuesto antes?Hay unos que nunca se han expuesto, dos o tres cuadros de 4 por 3 metros. Uno de ellos es un interior que lo he pintado hace dos meses y el otro es uno que se llama “Paracas La Noche”.
Entre estos, ¿hay alguno con significado especial?En el trabajo de un pintor como yo, la obra no es más que un conjunto de derrotas, en el sentido de que cada cuadro ha sido una derrota porque no he conseguido decir todo lo que quería. Siempre ha habido un desfase entre lo que conseguía hacer y lo que soñé hacer. Paul Valéry, el poeta francés, decía: “No hay poemas terminados. Hay poemas abandonados”, en el sentido de que uno ya deja de insistir en el cuadro porque siente que ha hecho todo lo que ha podido.
¿Pero retoma ese intento en el próximo cuadro?Esa frustración es lo que provoca hacer otro cuadro. Por eso muchos de mis cuadros son en serie y llevan el mismo título. Retomo la misma idea por series. He hecho una serie de cuadros que se llaman “Mar de Lurín”. He hecho una serie que se llama “Sol negro” y así muchos cuadros, porque era la misma idea que he vuelto a retomar. Pero nunca los he comenzado con la idea de hacer una serie. Cuando he sentido que no había conseguido lo que quería he vuelto a retomar esa idea y eso que intentó ser un cuadro se convierte en una serie que tiene 20 o 30 cuadros con el mismo título.
Entonces cada cuadro tiene algo del anterior…Yo creo que un artista tiene un cuadro dentro que durante toda la vida trata de pintar y aquí hay un drama muy profundo: tratar de convertir en cosa palpable, en cosa tocable, una idea, una sensación, un momento. Hay una cosa en mi inconsciente que yo quiero sacar y que si la saco toco el inconsciente de otro.
Y luego de todos estos años de lo que usted llama frustración al pintar ¿vislumbra alguna satisfacción final?No. Eso es como la carrera de galgos. Si el galgo atrapara a la liebre, se acabaría la carrera. Lo que hace que un pintor pinte es eso, que no lo alcanza todavía. Y, al igual que la carrera de galgos, cuando uno mira el horizonte hacia el mar, el horizonte se aleja y no es alcanzable.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?Tengo en noviembre una exposición en Lima, otra en Uruguay en febrero y otra que no recuerdo (ríe).
¿Pero siempre pintando en Lima?Sí. Antes pintaba cuatro meses en Nueva York y ocho en Lima. Ahora solo en Lima. Estoy más viejo, entonces necesito más cosas, mis vivencias personales, mis libros, mi taller. Como pronto me voy a morir, estoy cada día más aferrado a lo mío.

Fuente : Diario el Comercio Perú
http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/artista-su-derrota-continua/20090905/337619

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